jueves, 27 de marzo de 2008

El traje de la discordia
Los tres récords de Bernard y otras 11 marcas mundiales que se mejoraron en 2008 fueron con una nueva indumentaria de Speedo; los entrenadores y las federaciones que no tienen esa marca se quejan y piden igualdad


MADRID.- Desde que los atletas ya no compiten descalzos ni los nadadores desnudos, la tecnología es clave en el deporte. El último ejemplo es el traje Speedo LZR Racer, que está provocando una catarata de récords y una división de la natación en "castas".
"Es increíble lo que este traje puede hacer. Uno se siente muy ceñido y aerodinámico". Palabras de la australiana Stephanie Rice, ayer batió el récord mundial de los 200 metros estilos, y hace tres días había mejorado la plusmarca de los 400 en la misma especialidad.
Rice mejoró en 2,5 segundos y en casi seis, respectivamente, sus anteriores registros en las dos distancias. Una enormidad. Si no fuera por el traje, haría pensar en el doping. Un caso similar al del francés Alain Bernard en los europeos de Eindhoven. Con el mismo traje sorprendió al batir los récords mundiales de 100 y 50 m libre. Antes del sábado último, su mejor marca en los 100 era de 48s12. En Holanda hizo 47s50. Un total de 13 récords del mundo se han batido con el Speedo LZR Racer.
Pero esto no es todo. El principal nadador de esa marca, el norteamericano Michael Phelps, aún no salió en busca de las grandes marcas con el nuevo traje. Se dice que está guardando todo para los Juegos Olímpicos de Pekín.
Pero el traje, generado con tecnología de la NASA, sin costuras y con una menor resistencia al agua, está generando una división entre quienes lo llevan y quienes no. Claude Fauquet, director técnico de la Federación Francesa de Natación, pidió: "El asunto merece un debate real, merece que sea analizado por un comité ético". Lo curioso es que Fauquet tiene en su equipo a Bernard, uno de los beneficiados. Pero claro..., la Federación Francesa tiene contrato con la marca Arena.
La FINA (Federación Internacional de Natación), ya aprobó el traje, pero estudiará el asunto en Manchester, en el torneo Europeo de piscina corta que se hará el mes próximo. "Tenemos que revisarlo, pero no hay un test científico que diga que el traje favorece el rendimiento", dijo Cornel Marculescu, director ejecutivo de la FINA.
Los dirigentes de la firma Speedo sí están seguros de lo que aporta el traje, que reduce la oscilación de los músculos y la vibración de la piel. "Sin duda, hace a los nadadores más rápidos, es el traje más rápido del mundo", dijo Rob Davies, manager general de Speedo en Australia.
La tecnología avanza y desde hace décadas ayuda a los deportistas a superar las marcas, junto a la profesionalización y el desarrollo de los entrenamientos. Roger Federer no juega con la misma raqueta que Rod Laver, Kimi Raikkonen no corre con el mismo coche que Juan Manuel Fangio ni Bode Miller desciende con los esquíes de Ingemar Stenmark. "No podemos nadar con trajes de madera", replica el jefe del equipo australiano, Alan Thompson.
Pero el asunto es otro y tiene que ver con la discriminación y la división en clases de los nadadores. Y no porque el traje sea caro -cuesta 355 euros-, sino porque los atletas y federaciones tienen contratos con otras firmas, que buscarán igualar al de Speedo. "Todo esto nos debería llevar a preguntarnos qué futuro de la natación tendremos si las posibilidades tecnológicas hacen que los trajes tengan cada vez más influencia", asegura Fauquet.
"La natación siempre fue pura: era una persona contra otra. Pero cuando se crea una situación en la que algunos tienen una superioridad tecnológica respecto de los otros, creo que eso va en contra de lo que hace que nuestro deporte sea maravilloso", se lamentó hoy Kieren Perkins, doble campeón olímpico en 1992 y 1996.
La FINA quiere igualar las condiciones. "La prioridad es que todos los trajes estén disponibles para todos. Cualquier innovación debería estar disponible para todos", señaló Marculescu.

Fuente: La Nacion

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